martes, 9 de abril de 2013

El último amante






Hacía mucho tiempo que no abandonaba "su guarida" -así llamaba al pequeño y sucio rincón que constituía todo su mundo-. Si un cliente urgía sus favores, salía en busca del ansiado "veneno". Transitó  por la adormecida playa cuando apenas despuntaba el alba. Perlas de sudor bailaban y descendían por su cansado cuerpo,  mientras  las  olas lamían sus debilitados pies. Noches enteras de delirio, sueños atormentados por la  miserable locura de su ser. 

Oyó una voz que la llamaba:

- Ven, criatura, acompáñame. Mi sal sanará tus heridas, acariciaré tu cuerpo entre mareas y susurros de deseo. 

Una ráfaga de viento la empujó hacia el Mar. Ella se entregó plácidamente. Él, su último amante.

7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Es más triste que eso. Fue el Mar su ùltimo amante. Él la liberó de todos sus tormentos.

      Un fuerte abrazo

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  2. GUAU! Qué lindo! Aun cuando es triste que el mar fuera su último amante.

    un abraxo!

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  3. Es que existe lo último?
    solo la muerte puede contestarte
    Un abrazo desde el otro lado

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  4. Se podría decir que es lo último de la "vida física", pero parafraseando a Calderón de la Barca "la vida es sueño" y si es así, tras el "sueño" vendría el DESPERTAR a lo que fuimos, a lo que seguiremos siendo ad infinitum.

    A mí esa idea me gusta, a tí no?

    Un abrazo desde mi "sueño"

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  5. bien , me gusto, aunque prefiero otra cosa para sanar las heridas, con sal como que es mas castigo no?

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