jueves, 28 de febrero de 2013

Metamorfosis





Nos pasamos casi todo el tiempo malhumorados, resintiéndonos de lo que nos hacen y de lo que no nos hacen. Somos tan estúpidos que basamos en los demás nuestro bienestar y harmonía, cuando ambas cosas sólo nos las podemos proporcionar nosotros mismos.

Por qué estamos tan ciegos? es egoismo tal vez? pensamos que todo debe girar alrededor de nosotros?

Creemos que los demás están obligados a ser respetuosos, educados, amables, complacientes y un largo etc.

No sería más sencillo aceptar que cada cual es como es, que nadie nos debe nada y que el único ejercicio que tenemos que hacer es el de la aceptación de lo diferente? quizás la respuesta la hallemos en nuestra propia intolerancia.

La aceptación de las cosas, de los acontecimientos, de las personas que forman y conforman nuestro entorno es la clave para estar en paz con uno mismo y con el mundo que nos rodea.

Si no exigíesemos tanto de los demás y diésemos más de nosotros mismos nos percataríamos que se produce un cambio en ese entorno.

Si tratamos con respeto y amor es muy improbable que la respuesta sea negativa. Es el principio de acción/reacción.

Para que los demás cambien, para que las cosas cambien,  hemos de empezar generando el cambio en nosotros mismos. 

lunes, 18 de febrero de 2013

La niebla inunda el paisaje



Hace días que no vemos el sol, la niebla lo cubre todo, árboles, montañas, campos. Las vacas y caballos, que pacen al otro lado del jardín, buscan el calorcito entre sí, se apretujan y resguardan del frío invierno. Es lo que tiene vivir en los Pirineos. La majestuosidad de las montañas, cubiertas de nieve, se alzan sobre los verdes y ocres del valle. Ya falta poco más de un mes para que la primavera altere este paisaje un tanto triste y desolador, para que los habitantes, ahora resguardados en sus casas al amor de la lumbre, puedan sacudirse su aletargamiento y salir a contemplar la vida renacer de nuevo, los verdes pastos, los jóvenes brotes, el sol inundándolo todo, los ríos y riachules ensanchándose con el deshielo de la nieve, los pajarillos  anidarán y con sus alegres cantos pondrán música a esa vida nueva.

Todo obedece a la harmonía de la vida, el fluir del curso natural de las cosas. Es verdad, ya lo dijo Heráclito, todo cambia, nada permanece...

miércoles, 13 de febrero de 2013

Tengo la suerte de......



Tengo la suerte de.... haber nacido de familia humilde,
donde aprendí que la atención de mis padres no era sólo para mí
donde aprendí a compartir y competir
donde aprendí a luchar por sobrevivir

Tengo la suerte de.... ser la menor de nueve hermanos
porque aprendí que la ropa nueva no sería para mí
porque aprendí a no tener privilegios
porque aprendí que los reyes magos no venían para mí

Tengo la suerte de.... haber tenido buenas maestras
con  quienes aprendí el amor a la lectura
 la pasión por los estudios
que aprender no era  sacrificio sino cosas del saber

Tengo la suerte de.... haber cometido errores
porque de ellos aprendí que el camino empedrado
pone al ego en su sitio
 y si causo sufrimiento éste revierte en mí

Tengo la suerte de.... que nada haya sido fácil
porque de la nada aprendí
que las metas que logré
fueron fruto del esfuerzo, del tesón y tozudez

Tengo la suerte de.... haber tenido unos hijos
porque de ellos aprendí
mucho más de lo que  dí
me enseñaron que no eran míos, sino que nacen a través de mí

Tengo la suerte de.... amar y ser amada
porque este sentimiento noble
es el que me limpia el alma liberándome de las penas
liberándome de telarañas

Tengo la suerte de.... gozar con las pequeñas cosas
despertar cada mañana agradeciendo el nuevo dia
contemplar la naturaleza y suspirar de alegría
encarando la jornada como si fuera el último día

Tengo la suerte de.... tener buenos amigos
porque aquellos que ya se fueron
no se fueron para mí
 siempre les guardo un espacio para que vivan ahí

Tengo la suerte de.... cuando la muerte me venga a ver
la tomaré de la mano y con ella partiré
en una barca ligera, una barca de papel
sólo cargada de amor, es lo único que llevaré



Pido disculpas por mi mala prosa y mi pésima rima, y se lo dedico con amor a mi amiga y maestra Malquerida, para mí Bienquerida, por su ejemplo de lucha y coraje y por lo mucho que aprendo de ella. También se lo dedico a mi amor, porque él es quien me aguanta y soporta mis ausencias por trabajo.  





 


martes, 5 de febrero de 2013

Necesito poco y lo poco que necesito lo necesito poco





Hoy quiero plasmar aquí y compartir, con quien tenga a bien leerlas, unas palabras escritas y publicadas por una periodista española, su nombre es Angeles Caso. Invitan a la reflexión, una reflexión y propósito:

"Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.
 
Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.
 
Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.
 
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.
También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada o todo."