jueves, 7 de marzo de 2013

Un regalo para los sentidos




Cada día me enamoro más de la naturaleza. Ahí está, sin que el hombre interviniera para nada en su arquitectura. Menos mal, porque cuando lo hace es para alterarla, degradarla y, finalmente, destruirla . La tenemos a nuestro alcance y apenas reparamos en ella. Apenas captamos tanta belleza, nuestros sentidos están abotargados, llenos de imágenes deshumanizadas con las miserias humanas, oyendo mentiras, dogmas interesados que utilizan como adormideras, distraen nuestra atención plantándonos árboles  para que no podamos ver el bosque. Pero ese es otro cuento, el cuento chino, con perdón para la ilustre narrativa del país asiático, que los voceros mediáticos quieren que creamos, insultando nuestra inteligencia, tratando de dominarnos y, por desgracia, mayormente consiguiéndolo. 

Frente a tanto desatino yo propongo un ejercicio: volvamos nuestra mirada hacia la Naturaleza. No, no estoy diciendo que abandonemos la sociedad y  vivamos como ermitaños en los bosques, eso sólo lo podrían hacer unos pocos privilegiados, cuyas mentes y cuerpos se hallan preparados para tan noble entorno. Estoy proponiendo un giro de prismáticos y observar más la Naturaleza, empatizar con ella. Sería como volver al útero materno. De ella provenimos, es la que nos alimenta, cobija y protege. Actuar como hijos agradecidos y velar por ella, interactuar con ella.

Llenemos nuestros sentidos con las imágenes de sus bosques, sus prados, sus montañas y valles. Tumbemos nuestros cuerpos sobre la fresca hierba, aspirando el aroma de su vegetación, contemplando el infinito azul del cielo, callados, oyendo la música del silencio en el murmullo del agua, en el canto de las aves o en el zumbido de un abejorro ávido de néctar.

4 comentarios:

  1. Hermosísima reflexión!!!!!

    un abraxo!

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  2. Gracias Marilyn.

    Por tu blog, que me encanta, sé que también compartes este amor por la Naturaleza.

    Un beso

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  3. Que maravillosa experiencia, yo la he hecho y son momentos de Cielo.
    Un abrazo.Dios te bendiga.

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  4. Muchas gracias Marian.

    A tí también.

    Nos vamos leyendo.

    Un abrazo

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