lunes, 18 de febrero de 2013

La niebla inunda el paisaje



Hace días que no vemos el sol, la niebla lo cubre todo, árboles, montañas, campos. Las vacas y caballos, que pacen al otro lado del jardín, buscan el calorcito entre sí, se apretujan y resguardan del frío invierno. Es lo que tiene vivir en los Pirineos. La majestuosidad de las montañas, cubiertas de nieve, se alzan sobre los verdes y ocres del valle. Ya falta poco más de un mes para que la primavera altere este paisaje un tanto triste y desolador, para que los habitantes, ahora resguardados en sus casas al amor de la lumbre, puedan sacudirse su aletargamiento y salir a contemplar la vida renacer de nuevo, los verdes pastos, los jóvenes brotes, el sol inundándolo todo, los ríos y riachules ensanchándose con el deshielo de la nieve, los pajarillos  anidarán y con sus alegres cantos pondrán música a esa vida nueva.

Todo obedece a la harmonía de la vida, el fluir del curso natural de las cosas. Es verdad, ya lo dijo Heráclito, todo cambia, nada permanece...

1 comentario:

  1. Precioso paisaje. Pronto la naturaleza avivará los colores con la llegada de la próxima estación. Todo cambia...nada permanece

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