martes, 20 de diciembre de 2016

El ocaso




Sin apenas darme cuenta, pasó como una exhalación el Tiempo. Inexorable. Parecía que tenía toda la vida por delante pero de repente, como si hubiera recibido un fogonazo, me doy cuenta que ya he vivido casi todo lo que tenía que vivir. Interiorizas, eres consciente de lo mucho que has malgastado y de lo poco que te queda, una sensación como de haber administrado mal el Tiempo. Reflexionas, reflexionas mucho y en el recuento de las cosas vividas, de las decisiones que tomaste y de las que no tomaste, contemplas con tristeza que no se puede desandar el camino, que los errores no se enmiendan y que cuantas penas y alegrías pasaron por tu corazón en él quedó para siempre la huella, que si sólo hallase la huella en mí no sería tan doloroso como saber que esa huella, o herida, se causó, a su vez, en otros corazones. Sólo te queda aceptar que tus acciones u omisiones tuvieron una correlación en los demás, en esa interconexión del Todo; que si se puede enmendar aliviarán tu alma y, si por el contrario, de no poderlo hacer, será ese Karma que tendrás que pagar de una u otra forma, en esta vida o, de haberla, en otra venidera.

La tristeza me envuelve cual densa niebla. La soledad me cala hasta los huesos y amenaza con calarme hasta el alma. Barrunto la muerte no muy lejana, como queriéndose hacer mi amiga, la aceptaré mejor o peor según su amistad me reconforte, según su presencia me libere. Quiero estar preparada para recibirla, limpiar mi cuerpo, lavar mis heridas y las de los demás, si es que ello me está permitido. Desnudar el alma, arrancar todo lo supérfluo que arraigó en la piel al igual que los moluscos lo hicieran en la piel de las ballenas tras una vida entera navegando. Nada está escrito, nada está garantizado. Es esa incógnita cierta de lo inevitable, del devenir de lo que será,  ignorando cuerpo y forma; abnegados sin remedio, sin otra esperanza que la de una fe hacia la luz envolvente, hacia una paz prometida y liberadora; hacia el Todo?; hacia la oscuridad y la Nada? En su momento nos será dado a conocer.




4 comentarios:

  1. Ojalá vivas muchos años.
    Ayer meditaba yo sobre algo parecido. Yo creo que todo es un aprendizaje y que nada se malgasta, todo sucede para que despertemos y trascendamos nuestras limitaciones. Al menos eso es lo que pienso yo. LO que pasa es que a veces somos demasiado lento.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Celia. Ahí nos encontraremos, en las reflexiones.
      Un abrazo

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Gracias mi niña. Un gusto de saludarte de nuevo.
      Un abrazo

      Eliminar